Tus Mundos de Papel

Hola bloggeros hace nada hice la reseña de la casa de los espíritus y da la casualidad de que tanto Liegia como yo nos la habíamos leído, por lo que le dije que hiciese una reseña, de modo que aquí esta su reseña, esperamos que os guste mil besos.
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La casa de los espíritus, Isabel Allende

Hace más de veinticinco años que Isabel Allende publicó esta novela. Después de este cuarto de siglo, La casa de los espíritus se ha convertido en todo un clásico, que ha sido llevado a la gran pantalla.

La novela narra la historia de Esteban Trueba, cómo construyó su propio imperio con el sudor de su frente a partir de una finca abandonada y cómo después este imperio va decayendo a la vez que su fundador hasta desaparecer.

La historia parte en la infancia de Clara, una niña con poderes psíquicos perteneciente a la numerosa familia Del Valle, cuyo cabeza de familia tiene una prometedora carrera política. Una de las hermanas mayores de Clara, Rosa (quien posee un aspecto físico tan extraño como hermoso), es envenenada por accidente y acaba muriendo, dejando a su novio Esteban Trueba sin motivación para seguir trabajando en la mina.

Sin embargo, Trueba, lejos de darse por vencido, se muda a una vieja finca heredada de su padre: Las tres Marías. A base de trabajo, trabajo y más trabajo (tanto con las reformas de la finca como la formación y organización de los campesinos empleados, con quienes llega a ser un amo despótico), consigue sacar la finca de su lamentable estado y dotarla de una gran prosperidad.

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención en la novela de Allende es su capacidad para entrelazar lo meramente real con lo fantástico. El ejemplo más destacado de esto es Clara, quien como ya he mencionado antes, puede mover objetos con la mente y predecir el futuro, entre otras cosas.

Por otra parte también me ha gustado el ritmo de narración, el cual consigue que la novela no se haga nada pesada, más bien al contrario. Y por último, he de decir que la historia está muy bien hilada y finalizada, sin dejar cabos sueltos.